lunes, 5 de mayo de 2025

VIRIDITAS, 30. El árbol del que tomamos el nombre

Paramos en Renedo de Cabuérniga porque consultando la página mapas.cantabria.es se aprecia un edificio con trazas de torre y en este pueblo se supone que no las hay. Localizada la construcción, nos asomamos por la puerta, que es de cuarterón, la hoja superior abierta, y comprobamos que en el interior se yergue un poste central que prueba, aunque no de forma categórica, su origen como torre, por mucho que ahora se utilice (y desde hace tanto tiempo que ya no se recuerde otro uso) como cuadra. La puerta es un arco de medio punto. Está presidida por un escudo con fecha de 1530 flanqueado por dos rosetones. Pero no es este edificio del barrio El Castañar lo que nos interesa ahora, sino un árbol que nacía al pie, un ciruelo.

Las ciruelas eran pequeñas y rojas. Bajaban rodando hasta la misma puerta de una anciana que vivía en una casa llana, una de las más antiguas del valle. Le preguntamos por el árbol. Lo conocía desde pequeña. Era comunal y lo cuidaban las niñas, aseguró.

Cogimos unos esquejes para tratar de sacarlo en casa. Nos dijo que había que ponerlos primero en agua con la parte de abajo doblada hacia arriba para que cogieran fuerza. Es lo que se llama tez, aclaró. Ante nuestra cara de asombro continuó diciendo que tez es la fuerza interior que necesitan las plantas para crecer. 

Buscando luego por internet supimos que es la viriditas de las clásicos.

Cogimos también ciruelas para hacer mermelada. Resultó muy negra y densa, y muy rica. Duró poco. Los esquejes no salieron adelante.

Hemos vuelto en el puente de mayo con unos amigos fotógrafos que están trabajando en un reportaje del valle. Queríamos que conocieran el árbol del que este proyecto toma su nombre. Pero no está, lo han talado.


Preguntamos a un vecino que nos dijo que otro vecino se había subido a una quima y que esta se partió, los años, el peso, haciéndose el señor daño en la cadera, los años, el peso. El Ayuntamiento resolvió talar el árbol.

Pero el árbol ya estaba dañado, añadió el vecino, quizá como disculpa. Casi no queda ningún frutal en el pueblo. No supo decirnos la razón. Todos se están viendo afectados salvo el peral de casa. Tendrá, qué, más de cien años, concluyó.


Sus coordenadas son:

X: 393.910,86
Y: 4.784.161,71

mapas.cantabria.es